26 de noviembre de 2010

LOS 'CUATRO OJOS' DE LA NBA

   A ver, quién esté libre de pecado que tire la primera piedra: ¿a quién no le han llamado alguna vez en el colegio cuatro ojos, cabezón o barrilete?      En la NBA, para no ser menos, también conocemos o hemos conocido a muchos de sus jugadores casi más por su mote que por el nombre real.

   Así, tenemos los casos de Air Jordan, Magic Johnson, el gordo Barkley, el cartero Karl Malone ó diesel Shaq, y más recientemente la mamba negra (Kobe Bryant), el elegido (Lebron James) o Flash Wade por poner sólo algunos ejemplos.
   Muchos de ellos, aún siendo tan conocidos encierran alguna que otra curiosidad que quizá no conozcáis.

   Uno de los primeros mitos que llegó a la NBA en los años 70 fue Vernon Earl “the pearl” Monroe, conocido como el Jesucristo negro por la adoración que todos sentían por él en su ciudad. Fue el jugador más legendario de playground que han dado las calles de Philadelphia. Al llegar a la liga fue apodado ‘la perla’ porque su figura de tan rara y única parecía una auténtica perla negra, especialmente peculiar. Jugó en los Baltimore Bullets de 1967 a 1971 formando una gran pareja con Wes Unseld y disputando la final de la NBA en 1971. A principios de la temporada 71-72 fue traspasado a los New York Knicks, y allí coincidió con otro gran jugador, Walt Frazier con el que consiguió el título de la NBA en 1973. Dijo de él mismo: “el secreto reside en que yo nunca sé qué es lo que voy a hacer, y si yo no lo sé, estoy seguro de que quien me defiende tampoco”. Una gran sentencia, sí señor.


   Con tan sólo 15 años el joven Earvin Johnson Jr. se enfrentó con sus Vikings del Instituto Everett a Jackson Price, un instituto que se jugaba la primera posición en el campeonato. A priori su equipo no tenía nada que hacer, pero Earvin se creció hasta llevar a los suyos a la victoria con una actuación memorable de 36 puntos, 18 rebotes y 16 asistencias jugando de base. Fred Stabley, redactor deportivo del 'Lansing State Journal' lo bautizó para siempre como Magic. Repasando el discurrir de la carrera de Johnson, nunca un sobrenombre –con el permiso del gran Air Jordan- definió tan bien a su portador.

   Charles Wade Barkley fue conocido en su periplo universitario en Auburn como “the round mountain” (la montaña redonda) por su tendencia a engordar. Dicen las malas lenguas que su cuerpo de 198 centímetros de altura –los mismos, por ejemplo, que los de su gran amigo Michael Jordan- albergó en alguna ocasión los 120 kilos de peso. Con el tiempo también se le llamó el gordo Barkley pero, sobre todo, pasó a ser “Sir Charles”, prueba de que consiguió ganarse el respeto de toda la liga.

  
   Sobre otro integrante del irrepetible “Dream Team”, Karl Malone, circulan diversas teorías, aunque un servidor se queda con la de que su apodo de ‘el cartero’ viene de las “entregas” que hacía en los aros rivales tras las certeras asistencias de su inseparable John Stockton.

  

   Y hay muchos más casos, como por ejemplo:

- Oscar “Big O” Robertson, posiblemente el primer jugador total, fue llamado así por su facilidad para hacer estadísticas jugando desde la posición de base con sus 1,96 metros de estatura y 100 kilos de peso. En la temporada 61-62 (incluyendo los playoffs) promedió un triple doble de 30,8 puntos, 12,5 rebotes y 11,4 asistencias por partido. Nadie más lo ha conseguido en toda la historia de la NBA.

- A Jerry West se le conoció como “Mr. Clutch”, por la cantidad de canastas ganadoras que consiguió a lo largo de su carrera. Su silueta fue elegida por la NBA para dar forma al logotipo de la liga.

- Otro gran jugador en los momentos calientes de los partidos era James Worthy, integrante del mítico showtime de los Ángeles en la decada de los 80 con Magic Johnson, Byron Scott y Kareem Abdul-Jabbar. Su apodo era “big game James”.

- Pete “pistol” Maravich fue capaz de promediar en sus cuatro temporadas en la universidad de Louisiana State la friolera de 44 puntos por partido. También era conocido como el globetrotter blanco. En sus diez años en la liga jugó con el número 44 (en honor al citado promedio anotador en la NCAA) en los Atlanta Hawks, en la entonces recién fundada franquicia de New Orleans Jazz y finalmente un año en los Boston Celtics. Sus equipos nunca pasaron de la primera ronda de los playoff, lo que le generó una gran frustración personal que le llevó a enfrentarse a compañeros y prensa que lo acusaban de ser demasiado individualista. Falleció en 1988 tras un paro cardíaco. Estaba disputando un partido informal con unos amigos.


- Julius Erving, “the Doctor” o “Dr. J.”, adquirió el título de doctor fuera de las aulas universitarias en reconocimiento a una clase que sólo atesoran los genios. Fue el primer gran matador de la NBA, inspirando a otros jugadores como Michael Jordan o Dominique Wilkins. Entre otros logros, puede presumir de haber disputado un total de 16 All-Star Games, 11 de la NBA y 5 de la extinta ABA y haber conseguido entre las dos ligas 4 premios MVP. Su único anillo de campeón le llega en 1983 jugando en las filas de los Philadelphia 76ers. Como curiosidad comentar que Glenn ‘Doc’ Rivers,  actual entrenador de los Boston Celtics, debe su apodo a Erving, ya que a menudo llevaba su camiseta en los entrenamientos con la Universidad de Marquette.


- Robert Parish fue conocido como “the chief” (el jefe) por su gran parecido con el actor indio de la película Alguien voló sobre el nido del cuco. El sobrenombre se lo puso su compañero de equipo en los Boston Celtics Cedric Maxwell.

   Ya en la década de los 80 vivimos la eclosión de jugadores como Isiah Thomas, conocido como Zeke, the baby-faced assassin (el asesino con cara de niño), pero sobre todo como the pocket magic (el Magic de bolsillo) -en alusión a su buen amigo Magic Johnson-, o Dominique Wilkins alias the human highlight film por sus espectaculares vuelos. Sus duelos en el concurso de mates de la NBA con Michael Jordan aún están considerados los mejores de la historia.

   En otra ocasión os escribiré sobre los apodos de los últimos años de la liga, que también son muchos.

   Y por último, mención aparte para el malogrado Andrés Montes, que creó un diccionario propio con los apodos que inventó para muchos jugadores durante las retransmisiones de los partidos de la NBA. Seguro que todos recordáis a hilo de seda Houston, melodía de seducción Sprewell, al Jim Carrey de la liga (Kevin Garnett), al bailarín de claqué del Cotton Club (Hakeem Olajuwon), samurai Camby y muchos otros.



   Este humilde artículo va dedicado a ti, Andrés.